El pilón tibial es la parte más distal de la tibia. Las fracturas del pilón tibial tienen en general un peor pronóstico debido a la lesión asociada de partes blandas, a que generalmente afectan a la superficie articular del tobillo y a la mala vascularización de la zona. Se pueden producir fracturas del pilón tibial con mecanismos de baja energía (por ejemplo, una torsión haciendo esquí), con un mejor pronóstico; o con mecanismos de alta energía por compresión axial (por ejemplo, una precipitación de altura o un accidente de tráfico), con un mal pronóstico.
El pilón tibial es la parte más distal de la tibia. Las fracturas del pilón tibial tienen en general un peor pronóstico debido a la lesión asociada de partes blandas, a que generalmente afectan a la superficie articular del tobillo y a la mala vascularización de la zona. Se pueden producir fracturas del pilón tibial con mecanismos de baja energía (por ejemplo, una torsión haciendo esquí), con un mejor pronóstico; o con mecanismos de alta energía por compresión axial (por ejemplo, una precipitación de altura o un accidente de tráfico), con un mal pronóstico.
En la mayoría de los casos la fractura será inestable o existirá un desplazamiento de los fragmentos, por lo que será necesario una intervención quirúrgica para colocar los fragmentos en su sitio y proporcionar estabilidad a la fractura mediante el uso de placas o tornillos. En algunas ocasiones, debido al mal estado de las partes blandas, es necesario recurrir previamente a una osteosíntesis con un fijador externo (aparato para inmovilizar la fractura de forma estable y mínimamente invasiva), que permita la recuperación de las partes blandas lesionadas antes de la cirugía definitiva.